Siendo así, si se quiere argumentar debería ser en clave de salud pública no desde las “opiniones” o bajo creencias o prejuicios personales, pues se estima que anualmente se realizan más de 150 mil abortos clandestinos (cifras presentadas en debate en 2021 por la congresista Ángela Robledo), teniendo como mayores usuarias a mujeres empobrecidas con poco o nulo acceso a métodos de planificación y/o educación sexual y reproductiva. Además de todas las niñas que son abusadas sexualmente y las personas trans (hombres trans) que también son victimas de violencia sexual.
De esos mas de 150 mil abortos anuales, unas 117 personas terminan con mutilaciones o deformaciones producto de procedimientos mal practicados, eso sin desconocer las secuelas psicológicas por hacerlo sin los acompañamientos adecuados y en sitios sin los equipamientos básicos, y mas de 100 personas mueren por las complicaciones médicas por los malos procedimientos.
Las mujeres y los hombres trans abortan y abortaran, lo harán porque esos embarazos son productos de violaciones, de desconocimiento, de falta de garantías o porque no se quiere o se planea tener hijas o hijos, lo que se busca es que no tengan que buscar lugares clandestinos para hacerlo, sino que el sistema de salud opere respetado las decisiones.
Que se legalice el aborto no obliga a nadie a abortar, el matrimonio igualitario no obliga a que la gente se case con personas del mismo sexo, lo que hacen este tipo de reconocimientos es justamente eso, permitir que se pueda ejercer los derechos.
Es triste leer “opiniones” tipo: sino quieren hijos sáquense el útero, o van a coger abortar como deporte, y una de las mas descabelladas como usted apoya el aborto pues mate a su hijo… es increíble que aquí se este debatiendo que puede o no puede hacer una mujer en clave de su cuerpo, su vida y salud, mientras el mundo avanza con debates serios sobre el cambio climático, los derechos informáticos, la investigación espacial, pero claro… acá aún estamos buscando garantizar los derechos mínimos, siendo uno de ellos, el derecho a decidir.
Y, contra esos señalamientos sobre que mientras unas abortan otras quieren ser madres, les informo que la “naturaleza” no permita un vientre fértil no es culpa de una mujer que aborta, lo que puede hacer aquella madre en pausa es adoptar o buscar acompañamiento medico para la fertilidad, pues este está aprobado en algunas EPS. Ahora bien, no vayan a salir con la olímpica idea de querer adoptar al feto de quien va abortar. En el ICFB, hay por lo menos 12 menores de edad que esperan ser adoptados…
