Entonces, inmediatamente después del triunfo electoral de Claudia López en Bogotá, empezaron las críticas a ella, la atacaron por un “beso”, por besarse con su pareja, aquella demostración de amor y alegría realizando entre dos personas adultas que se aman; fue criticado, observado con morbo, odiado … algunas voces, buscaron “bajarle” el tono al beso, hablando solamente de los logros académicas y de gestión de Claudia. Llevaron al público el mensaje del “el beso no importa”, “ese es un acto privado”, “hablemos de lo importante” …

Otros han ido más allá y han tildado el beso como un acto de provocación, un insulto a una dizque “minoría” heterosexual (ver el twitter de Salud Hernández) y como siempre no faltaron quienes afirmaron que el acto fue oportunista y una obra teatral para conseguir medios y generar escandalo.

Yo veo que se ataca a esta pareja por hacer algo que hasta ahora todas las parejas han hecho para celebrar un triunfo, besarse. Pero, claro para muchos la idea de pareja no pasa por dos mujeres ni dos hombres, pasa por la heterosexualidad, hombre/mujer. A las parejas del mismo sexo nos continúan “exigiendo” que nos amemos en secreto, que no incomodemos sus espacios, que también son nuestros, aunque nos maten por ocuparlos.

antes solo celebraban parejas heterosexuales.